CAONABO FEDERICO ALMONTE MAYER (CHINO)

Caonabo -Chino- Almonte nació el 18 de julio de 1921, en Montecristi, República Dominicana.

Ingresó al personal de la Compañía Anónima Tabacalera (CAT),desde donde ayudó al deporte dominicano, el día primero de marzo de 1938, como simple auxiliar de la fábrica de cigarrillos, con un salario mensual de $30.00 pesos.

Después ascendió las posiciones de Auxiliar Contador, Sub- contador, Contador, jefe del Departamento de Contabilidad, Vicepresidente y, finalmente, presidente de la empresa.

Siendo presidente de la CAT, falleció el 8 de abril 1973. El fue el creador de una filosofía promocional que giró, básicamente, alrededor de los deportes y el arte. Pero fue el deporte al que concedió mayor importancia.

Almonte Mayer, por su conocimiento cabal del país, dedicó su concurso a los deportes sólo en las grandes ciudades. Se encargó de auspiciar actividades en los más apartados rincones de la nación y hubo una época en que cada población había cuando menos un equipo de béisbol patrocinado por la CAT.

Hombre de amplia visión, no se llamó a engaños, y junto a la apertura que se produjo en el país durante la década de los ‘60s, expandió la labor de la CAT en favor de los deportes a distintas disciplinas.

A contar de 1963, se dedicó a auspiciar transmisiones en vivo y directo de béisbol de las Grandes Ligas y no escatimo esfuerzos para que esa labor mejorara día tras día.

Hubo una ocasión en que el presupuesto que Almonte Mayer autorizó a la CAT para el patrocinio de los deportes, superó, en mucho, al destinado por el gobierno central para iguales fines.

Entonces, surgieron en todo el país, equipos de béisbol, softbol, baloncesto, voleibol y otras disciplinas, que siempre contaron con el entusiasta respaldo de Chino Almonte.

Se podrá argüir que la CAT percibía beneficios por la publicidad recibida, pero eso no resta valor a la faena desplegada por Almonte Mayer. Por el contrario, la agiganta, pues constituye una prueba inequívoca de su gran visión: consolidó la posición económica de la empresa que dirigía desarrollando, al mismo tiempo, una gran tarea en favor de un campo que había sido preferido, como es el de los deportes.

Almonte Mayer fue uno de los deportistas que más contribuyó al surgimiento del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, prestando su entusiasta concurso en todos los órdenes y hoy, ese legado aún repercute en nuestro mundo deportivo.

Electo al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano durante el Ceremonial correspondiente al año 1986.

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